El espectáculo
Áureo es belleza, armonía y plasticidad y, a la vez riesgo, tensión e impacto.
Acrobacias de un alto nivel técnico se ejecutan en un espacio en el que las relaciones entre objetos y personas fueron calculadas con precisión y argumento.
Nada es arbitrario.
No hay un hilo argumental, solamente busca crear en el espectador un atractivo hacia lo visual, el contraste entre lo acogedor y la incertidumbre de cada elemento, cada salto, cada caída.